lunes, 7 de enero de 2008

36 semanas

Mágico número. Hace tiempo sería impensable para mí que tal cifra cobrara tanto protagonismo. Solo resta esperar, agazapado, sin hacer demasiado ruido. Calma tensa, quizá. Ilusión escondida tras un corazón que palpita al sol con la mirada puesta en un vientre redondito, suave y tierno.
Misterio de la vida, frase recurrente que colma las expectativas de alguien primerizo en estas lides.
Siento que ha pasado una vida frente a mí en estos meses de crecimiento. Igual es una tontería, pero te llegas a sentir "papá" en multitud de ocasiones. Más bien será el deseo o en anhelo de serlo, que estar en el papel efectivamente. No se. Será lo que tiene que ser. Nunca antes pude sentir ese sentimiento de protección tan agudo. Es posible que ahora logre comprender lo que todo el mundo me decía. Y no es que no quisiera creerles, que sí, pero del dicho al hecho, ya se sabe todo el camino a recorrer.
Los Reyes Magos pasaron por casa y me dejaron junto al vasito de leche y los polvorones, un sentimiento único.
Y ese sentimiento quiero compartirlo con todo el mundo.